martes, 29 de enero de 2013

PAISAJES VOLCÁNICOS, 2003

 
Todas las obras sobre paisajes volcánicos son el resultado de mi visión-reflexión tras un viaje a las tierras volcánicas de Lanzarote.
 
 
Cráter. 2003
Aluminio fundido con cenizas y hierro oxidado, dibujo con grafito sobre plato de cerámica
37'5x37'5x6'5 cm
 
Paisaje 1. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm
Paisaje 2. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm

Paisaje 3. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm

Paisaje 4. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm

Paisaje 5. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm

 
Paisaje 6. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm
 
Paisaje 7. 2003. Aluminio fundido sobre plato de cerámica. Madera y metacrilato. 27’5x27’5x10 cm

  
Cíclico. 2003. Combustión y hierro oxidado sobre papel hecho a mano, cenizas, metacrilatos y madera. 54'5x51'5x8 cm
 
Lanzarote 2. 2003. 2 piedras volcánicas y cenizas, hierro pintado, DM, vitrina de vidrio. 95'5x71x71 cm
Lanzarote 1. 2003. 1 piedra volcánica y cenizas, hierro pintado, DM, vitrina de vidrio. 90x71x71 cm

  
Detalle                                                                                                         Detalle
 
  
Muro de horizonte (a Salvatore Sciarrino). 2003
Fotografía color sobre dibond. Resistencia eléctrica sobre fotografía. Luz y calor,
mecanismos eléctricos. 50’5x75’5x4 cm

 
 Estamos ante un paisaje volcánico invertido, un espacio que vivió una situación extrema, una tierra generadora de fuego y calor. Ahora yo actúo sobre él por medio de una resistencia eléctrica que da luz y temperatura al lugar. Este nuevo fuego tecnológico atraviesa ese Muro de horizonte (arquitectura) que nos llega desde la tierra (volcán).
 





Muro de horizonte es el título de una de las obras del músico italiano Salvatore Sciarrino (1947) en donde trabaja sobre sutiles y constantes variaciones del objeto sonoro. Es un mundo de fragilidad, de lo casi imperceptible, de la noche: “Durante la noche estamos rodeados de ruidos que no solamente no identificamos enseguida, sino que nos espantan porque no sabemos su origen. Es así como mi música es concebida: lo imperceptible es el corazón del silencio más profundo”.
 
Pienso que mi obra es ideal contemplarla a oscuras, en la noche o en la penumbra, para descubrir la verdadera profundidad de mi silencio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario